Los suecos odian el aire o, siendo más precisos, el de dentro de los embalajes. Así que echemos un vistazo a su política y veremos qué podemos aprender del embalaje de IKEA. En realidad, este fabricante de muebles mueve una cantidad de paquetes por todo el mundo difícil de igualar. Añadamos el hecho de haber demostrado sobradamente la atención por la eficiencia a todos los niveles. Son dos argumentos más que justificados por los que merece la pena analizar su metodología y cuáles son sus políticas respecto al packaging (que os adelantamos que es algo en lo que se fijan mucho incluso estratégicamente).
En muchas ocasiones esos costes logísticos terminan repercutiéndose al cliente, lo que también implica que seamos menos competitivos.
Al ser más macizas y no moverse en el interior, resultan mucho más firmes y seguras. Incluso resisten sin problema el tener otras cajas sobre sí.
Nosotros podemos inspirarnos o fijarnos en la experiencia de IKEA, tomar nota de lo que hace un líder de mercado y adaptarlo a la realidad de nuestro eCommerce o retail, porque son políticas que, en definitiva, producen un beneficio transversal tanto a la compañía como al propio cliente.
¿Qué sabemos de IKEA?
Es una pregunta un poco trampa. Esta cadena escandinava es una de las más conocidas del mundo en cuanto a decoración, prácticamente cualquiera ha estado en una de sus tiendas. La base de su éxito está en el diseño atractivo con precios competitivos y, aunque no lo creas, parte de ese margen que consiguen con sus productos está precisamente en el empaquetado y sus implicaciones logísticas. Por ponerte un par de referencias de la dimensión que tiene para el negocio esta filosofía, según los datos recogidos en un artículo de Fantastic Assembly, algunos de los productos más vendidos de la compañía sueca supusieron ahorros de hasta un 34%. Por ejemplo:- La lámpara Textur redujo el tamaño de su embalaje en un 27% y, como consecuencia, pasaron de caber 80 unidades por palé a poder contener hasta 128.
- El sofá Ektorp pasó a emplear un 50% menos de embalaje y, gracias a ello, el precio se redujo un 14%.
- La mesa Bjursta comenzó a entregarse con las patas sin ensamblar, algo muy sencillo pero que supuso una bajada de precio del 28%.