Desmontamos una caja de cartón, cogemos un cúter, tijeras y algunas ideas de nuestra cabeza para intentar emular algo del arte que poseen los lienzos de Giles Oldershaw. El característico color kraft de sus obras es lo que más nos llama la atención, cómo el artista ha utilizado a su antojo el cartón corrugado para moldear rostros conocidos. Si nos acercamos a los retratos de este artista podemos valorar con detalle las diferentes capas y trozos de cartón que componen la obra. Él dice que su inspiración y su habilidad para hacer estos cuadros se remonta a su época vivida en Nueva Zelanda, donde tenía un vertedero cerca de su casa lleno de cartones. Haciendo uso de esas planchas de cartón comenzaron a surgir sus creativas ideas en color kraft.
Giles Oldershaw trabaja sobre estos lienzos de manera minuciosa para conseguir ese efecto tan realista. Las diferentes sombras crean retratos sorprendentes gracias al color kraft del cartón y a la gama de blancos.