Con la llegada del verano, se hace imprescindible proteger doblemente los productos que transportas, especialmente si se trata de productos alimentarios que necesitan viajar a temperatura controlada, tanto en frío como en caliente. Por suerte, las cajas isotérmicas y algunos accesorios, como los acumuladores térmicos, te lo ponen muy fácil para que tus productos mantengan la temperatura óptima durante su transporte y lleguen al destinatario en las mejores condiciones. En Kartox disponemos de una gran variedad de cajas isotérmicas y acumuladores térmicos que te permitirán mantener la temperatura ideal en el interior de tus cajas de embalaje. ¿Quieres conocerlos mejor?
Las cajas isotérmicas están fabricadas en cartón ondulado con una capa interior de foam aluminizado apta para uso alimentario y que previene tanto las pérdidas de frío como las de calor. Por este motivo, este tipo de cajas resultan ideales para transportar todo tipo de productos que necesiten un control sobre la temperatura de transporte, tanto fríos como calientes. Las cajas isotérmicas son perfectas para el transporte de productos que van más allá de los alimentos perecederos: estamos hablando de productos farmacéuticos, químicos, biotecnológicos y otros materiales sensibles. Además, si necesitas adaptaciones extraordinarias, como fajas laterales o recubrimientos adicionales, también podemos llevarlas a cabo.
Además, todos sus componentes son totalmente reciclables y las cajas se reciben en plano y son totalmente plegables, de modo que ocupan muy poco espacio en el almacén.
Los acumuladores térmicos disponibles en Kartox son acumuladores flexibles, muy diferentes a los acumuladores térmicos rígidos que existían en el pasado, y completamente reutilizables. Se trata de bolsas de material aluminizado resistente a los impactos –soportan una compresión dinámica de hasta 100kg– rellenas de gel eutéctico no tóxico apto para uso alimentario, biomédico y farmacéutico, entre otros. Son ideales para transportar productos que requieran mantener la temperatura entre 2º y 8ºC.
Como ya hemos comentado más arriba, los acumuladores térmicos suelen utilizarse en combinación con embalajes isotérmicos con el objetivo de conservar la cadena de frío de productos refrigerados y mantener la temperatura ideal del producto que viaja en su interior.
Cajas isotérmicas
Consejos de uso para cajas isotérmicas
Ahora que ya sabes qué son y cómo funcionan las cajas isotérmicas, vamos a darte algunos consejos de uso que esperamos que te resulten de lo más útiles:- Escoge siempre un tamaño de embalaje que se adapte a lo mejor posible al tamaño y forma del contenido a enviar. De este modo, ahorras en costes logísticos y el funcionamiento térmico de la caja será mucho más eficiente.
- Cierra la caja de manera que el intercambio de aire entre el interior y el exterior quede lo más limitado posible. La espuma aislante aluminizada del interior de la caja también actúa como junta.
- Suele ser recomendable complementar la acción de la caja isométrica con la acción de los acumuladores térmicos. De este modo, el contenido de la caja estará refrigerado a temperatura óptima por más tiempo.
- Si finalmente usas acumuladores térmicos, distribúyelos en la parte superior e inferior de la caja en la siguiente proporción: 2 acumuladores térmicos en la parte superior por cada acumulador térmico en la parte inferior.
Acumuladores térmicos
Consejos de preparación para acumuladores térmicos
Si vas a usar acumuladores térmicos en tus embalajes, ten en cuenta lo siguiente:- Los acumuladores térmicos de frío están preparados para su uso cuando están completamente congelados.
- El tiempo aproximado de congelación es de 24h a –20ºC, siempre y cuando los acumuladores no se amontonen.
- Coloca adecuadamente los acumuladores en el congelador. Ten en cuenta que adoptarán la forma en que sean colocados dentro del mismo.
- Almacénalos en un lugar seco, cerrado y no expuesto directamente a la luz solar
Consejos de uso para acumuladores térmicos
- Evita el contacto directo del acumulador congelado con aquellos productos que no toleran la congelación, ya que se podría congelar la superficie del producto.
- Los acumuladores térmicos, dependiendo de la humedad del ambiente en que se encuentren, pueden llegar a condensar agua en su superficie. Si piensas que esta condensación puede afectar al producto con el que viajan, envuelve los acumuladores en un papel absorbente.