A la hora de embalar tus productos, debes prestar atención a varios aspectos para conseguir que viajen en las mejores condiciones y lleguen intactos a destino. En el post de hoy encontrarás un resumen de las tareas que te conviene completar antes de que el envío salga por la puerta: descubre cuáles son los 5 pasos imprescindibles en el embalaje de productos.
Lo ideal, si puedes, es apostar por las cajas a medida, entre cuyos modelos seguro que encuentras alguna que se ajuste bien al tipo de productos que vendes. Todas estas cajas pueden adaptarse al tamaño de tu producto y también puedes escoger su grosor según el nivel de protección que necesites. Pero si prefieres apostar por cajas estándar, escoge siempre la que mejor se ajuste al tamaño y forma del producto, de manera que se minimicen los golpes.
Si por ejemplo vendes botellas de vino, te pueden parecer interesantes los estuches para botellas con ventanas y asa, o embalajes como el Total Wine Pack, un sistema de embalaje individual de botellas a dos niveles con cámara de aire que garantiza la máxima protección.
Si lo tuyo es la fruta y la verdura, seguro que te parece muy interesante utilizar una caja de producto con separadores que te permita presentar los alimentos en compartimentos, sin que se mezclen.
Si te dedicas a la distribución de productos refrigerados, pues sin lugar a dudas no te vale cualquier caja. Y conscientes de ello disponemos de cajas isotérmicas en varios tamaños, que garantizan que todo llega a destino sin comprometer la cadena de frío.
Si por el contrario vendes moda, el hecho de contar con cajas que te permitan colgar la prenda de una percha dentro de la caja misma para mejorar su presentación, como es el caso de la caja armario o la caja para envío de ropa, seguro que te parece una idea genial. En definitiva, dependiendo del objetivo del embalaje necesitarás una caja u otra. La cuestión es tenerlo claro a la hora de elegir la caja y ser consciente de que cuentas con mucha posibilidades: ¡no tienes por qué conformarte con cualquier formato!
Los más habituales son los protectores de aire, pero por ejemplo si vendes botellas de vino o de aceite también cuentas con protectores de botellas que van a absorber el impacto inicial de cualquier golpe. Además, si te dedicas a la venta de productos refrigerados, es imprescindible que tu embalaje incluya acumuladores térmicos además de ser especial para el transporte de este tipo de productos. Con los acumuladores térmicos consigues mantener el máximo tiempo posible la temperatura que tenía el producto cuando lo metiste en la caja.
Hay cintas adhesivas para todos los gustos: las tienes en acabado kraft, de polipropileno en acabado transparente o 100% personalizables con la imagen gráfica de tu marca. Incluso puedes usar cinta adhesiva decorativa si te va el humor y le quieres dar vidilla y alegría a tus cajas. ¡Tú eliges!
Para ello, muchos utilizan vinilos decorativos, una manera muy fácil y económica de personalizar tu caja sin invertir en impresión personalizada. Asimismo, otra buena opción es apostar por el washi tape, un recurso decorativo con infinidad de posibilidades. Aquí encontrarás un montón de complementos y accesorios decorativos con los que decorar tus cajas de embalaje. Esperamos que este post te haya ayudado a esclarecer los pasos esenciales en el embalaje de productos, ¡no dudes en ponerlos en práctica! Imágenes Haciendo clic en cada imagen podrás acceder a su fuente. Foto de cabecera Fotolia.
1. Embalaje: escoge bien el tipo de caja
El primer paso es, quizá, el más importante de todos. Y es que, sea lo que sea lo que transportes, no te vale cualquier tipo de caja. La caja escogida debe dejar el menor espacio posible entre el producto y la caja en sí, ya que de ese modo evitamos golpes en el producto y, de paso, también pagar por un peso volumétrico que no se corresponde con el volumen real del producto transportado.
2. Embalaje: valora el objetivo del embalaje
Dependiendo de cuál sea tu objetivo de embalaje, necesitarás un tipo de caja u otro. Por ejemplo, si tu objetivo principal a la hora de embalar el producto es protegerlo durante un transporte largo, probablemente la mejor opción sea una caja a medida hecha con 2 capas plus de cartón ondulado, el grosor más resistente. Pero si tu objetivo es presentar el producto de una manera elegante, pues quizá sea buena idea explorar las cajas por sectores que tienes a tu disposición.



3. Embalaje: inserta protectores en la caja
Si no cuentas con una caja a medida y el embalaje deja un hueco entre el producto y la caja, es imprescindible que rellenes ese hueco con protectores adicionales.
4. Embalaje: cierra bien la caja
De nada sirve escoger bien la caja y ajustarla al máximo al objetivo del embalaje si luego no está bien cerrada y el producto puede terminar saliendo por accidente. Por eso, el cuarto paso imprescindible a la hora de embalar productos es el cierre adecuado de la caja, que debe realizarse con cinta adhesiva especial para cartón. No vale un celo grueso ni otras opciones como cinta de pintor o cinta aislante: con estas opciones no garantizas el cierre hermético de la caja. Además, es muy recomendable que apliques la cinta adhesiva con una precintadora, ya que con este objeto obtendrás la máxima precisión a la hora de cerrar la caja, además de evitar burbujas y rugosidades que pueden afear su presentación. Y, finalmente, si lo deseas también es buena idea reforzar todas las esquinas, vértices y puntos de cierre de la caja con cinta adhesiva, y no sólo usarla para sellar el cierre superior. Con ello te aseguras que tu caja estará cerrada a prueba de bombas y que aunque sufra golpes severos, ¡no habrá quien la abra!
5. Embalaje: adorna si lo consideras necesario
Cada vez son más las empresas que deciden adornar sus cajas de cartón con un detalle especial: además de la personalización de la cinta adhesiva con el grafismo de la marca o el uso de cinta adhesiva decorativa, muchos negocios se animan a darle un toque diferente a sus embalajes.