En pocos años, la importancia de tener un
packaging eco-friendly ha escalado muchos puestos en la
lista de prioridades de las empresas. Esa nueva prioridad nos obliga a replantearnos cómo hacemos las cosas en nuestra empresa.
¿Cómo consigo un embalaje realmente sostenible y económico?
No te preocupes, es normal que tengas dudas sobre
materiales y acciones a seguir. Desde Kartox vamos a ayudarte con algunos aspectos que tienes que tener claros para conseguir
mejorar tu sostenibilidad sin dejar de tener un
precio competitivo en tu material de
packaging.
#1 – Prioriza los materiales reciclables
Esta es la regla de oro del enfoque
eco-friendly. La economía circular es básica para que la rueda de la sostenibilidad no se detenga. Aquí te recomendamos que huyas de los
plásticos y materiales derivados del petróleo y que apuestes siempre por los
derivados de la celulosa. Concretamente, el cartón que tiene
un ciclo de vida muy largo, convirtiéndose una y otra vez en
materia prima que puede ser utilizada de nuevo para fabricar embalajes. De todas formas, te recordamos que el embalaje va
mucho más allá de la caja de cartón en sí misma. Lo más habitual es que tengamos que utilizar también
algún tipo de relleno para compactar,
cinta para cerrarla,
etiquetas y otros complementos. Hay muy buena alternativas como el
relleno ecológico o la
cinta de papel engomada que son opciones eficientes y económicas. Asegúrate que estos también están fabricados
a partir de materiales reciclables para que
tu packaging sea 100% sostenible.

#2 – Embalajes monomaterial
La siguiente recomendación está muy relacionada con el asunto que acabamos de tratar. Tenemos que poner todo de nuestra parte para lograr que los embalajes que utilizamos vuelvan a
recuperarse mediante el reciclado. Es por esto que nuestra recomendación es, siempre que sea posible, utilizar un
packaging que sea monomaterial. Si está diseñado utilizando
solo cartón –por seguir con un ejemplo sostenible–, cuando termina su ciclo de vida para el cliente es mucho más sencillo que pueda
tirarlo completo a un contenedor azul. Si le pedimos que
separe los elementos plásticos es posible que, por error o comodidad,
no lo haga. Si te ves en la necesidad de utilizar
más de un material en tus embalajes, procura que sea muy sencillo
identificarlos y separarlos. Así todos ponemos nuestro granito de arena en la clasificación y el sistema es más eficiente.
#3 – Personalización e impresión responsable
A muchas personas les puede sorprender esto de primeras, pero lo cierto es que hay una
relación directa entre la sostenibilidad de un embalaje y
el tipo y cantidad de tintas que se utilicen para personalizarlo. A no ser que la empresa que realice la impresión utilice
tintas naturales y procedentes de fuentes renovables, estás literalmente
inyectando un elemento químico contaminante que
no se puede separar del cartón. Así que plantéate si realmente necesitas
utilizar un diseño a cuatro tintas que cubra la mayor parte de la caja o puedes conseguir el efecto de marca deseado con un diseño
más sencillo a una sola tinta (y que sea sostenible, puestos a pedir).

#4 – Mejor embalaje a medida
Una
caja a medida garantiza que se está utilizando única y exclusivamente la
cantidad de materia prima precisa para que el contenido vaya perfectamente ajustado sin desaprovechar recursos. Además, esto también es sostenible porque hace que nuestra
huella de carbono sea más contenida. Y es que, al optimizar mucho mejor los envíos, simplemente podemos incluir
más cajas en el mismo porte. Aplícate
la máxima de IKEA y declárale la guerra al aire:
envía solo producto.
#5 – Las materias primas biodegradables son indispensables
Entendemos por
material biodegradable todo aquel que simplemente sometido a la acción del tiempo y la naturaleza es capaz de
desaparecer e integrarse con ella sin dejar residuo alguno. Lógicamente, la situación ideal es que todo embalaje
vuelva a esa economía circular del reciclaje de la que hablábamos al principio. Pero siempre hay que contar con la posibilidad de que un porcentaje de ese material pueda
terminar en el medio ambiente. Por eso es importante que se apueste por
materiales como el cartón ondulado, que no solo
es biodegradable, también es compostable. Si a estos
5 consejos le sumas como premisa principal que la materia prima con la que estén fabricados tus embalajes provenga de
explotaciones y procesos sostenibles, tienes cubierto todo lo necesario para conseguir un embalaje que sea
realmente sostenible y económico. Toma como referencia siempre las
validaciones que representan los sellos y certificaciones de las
entidades más respetadas como FSC (que está presente en los productos de Kartox).
¿Tienes claro ahora cómo conseguir que tu packaging sea sostenible sin gastar más? Si tienes alguna duda estaremos aquí para solventarla.